Nuestra meta es hacer el mundo más confortable y silencioso
La actividad empresarial y más concretamente la industrial, es uno de los principales generadores de ruido debido a la maquinaria utilizada y al funcionamiento de la propia actividad, sometidas a altas exigencias competitivas y de producción. Las empresas generan ruido interior que afecta a los trabajadores y en consecuencia, están obligadas a cumplir con la normativa vigente para garantizar su protección mediante la eliminación del ruido en origen o al menos reduciéndolo todo lo posible.
Pero el ruido no sólo se queda en las instalaciones de las empresas, sino que también afecta al entorno en el que se ubican, lo que hace necesario llevar a cabo un control de ruido efectivo que mitigue y reduzca el contaminante. Para ello, se realiza un estudio riguroso atendiendo no sólo a criterios acústicos propiamente dichos, sino también al análisis de las condiciones de las instalaciones, así como al funcionamiento y rendimiento de la maquinaria utilizada.